La señora Cooper es la típica madura que no ha envejecido muy mal, aunque es evidente el paso de los años. A pesar de todo, ha sabido cuidar su cuerpo y mantenerse en forma, porque cabalga con una intensidad que ya querrían muchas jovencitas. Al fin y al cabo, la edad no es más que un estado mental, y en la mente de esta señora solo hay una cosa: sexo.
La vemos manejarse a la perfección tanto en solitario como en compañía de su amigo. A fin de cuentas, la experiencia te enseña a sacar lo mejor de ti misma y optimizar recursos. Por eso, cuando tienes una polla a tu alcance, tienes que aprovecharla al máximo para mamar y follar, porque quién sabe cuándo se volverá a presentar una oportunidad como esta. No es por ser macabro, pero también hay que pensar que quizá es uno de los últimos polvos de su vida.